stiglitz_yef_trump_win mcnamee_getty Win McNamee/Getty Images

Final de un año trumpiano

NUEVA YORK – A fines de 2017, el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump y los congresistas republicanos lograron meter una rebaja de impuestos corporativos por un billón de dólares, compensada en parte por aumentos de impuestos a la mayoría de los estadounidenses del medio de la distribución de ingresos. Pero en 2018, la celebración de la comunidad empresarial estadounidense por este regalo comienza a dar paso a la preocupación por Trump y sus políticas.

Hace un año, la codicia desenfrenada de los líderes empresariales y financieros de los Estados Unidos les hizo olvidar su aversión al déficit fiscal. Pero ahora están viendo que el paquete impositivo de 2017 fue la ley tributaria más regresiva y a destiempo de la historia. En la más desigual de todas las economías avanzadas, millones de familias estadounidenses en problemas y las generaciones futuras están pagando rebajas de impuestos para los multimillonarios. Aunque Estados Unidos tiene la menor expectativa de vida de todas las economías avanzadas, la redacción de la nueva ley tributaria implica que otros trece millones de estadounidenses quedarán sin seguro médico.

Como resultado de la ley, el Departamento del Tesoro prevé para 2018 un déficit de un billón de dólares; es el mayor déficit anual en tiempos de paz no recesivos que haya tenido cualquier país en toda la historia. Y para colmo, el prometido aumento de inversiones no se materializó. Después de dar algunas migajas a los trabajadores, las corporaciones destinaron la mayor parte del dinero a recomprar acciones y pagar dividendos. Nada de qué sorprenderse: las inversiones necesitan certezas, pero Trump medra en el caos.

https://prosyn.org/GCrZlPhes