moisi159_BENOIT TESSIERAFPGetty Images_macron Benoit Tessier/AFP/Getty Images

El traspié de Macron perjudica a Europa

PARÏS – ¿Tendrán tantas consecuencias las protestas de los Chalecos Amarillos como las manifestaciones masivas de mayo de 1968? Es demasiado pronto para saberlo. La rebelión ha obligado al Presidente francés Emmanuel Macron a hacer importantes y costosas concesiones. Aunque está claro que algunos de los manifestantes quieren reeditar los “logros” de sus predecesores contra su monarca (electo), no estamos en julio de 1789.

Merece la pena recordar que mayo de 1968 se debió en gran parte a una generación de estudiantes aburridos que habían estado viviendo en el momento de mayor prosperidad de Francia en la posguerra. Si bien la economía tenía pleno empleo, se rebelaron contra el statu quo en nombre de dudosas utopías inspiradas por la Cuba de Fidel Castro y la China de Mao. Se les unieron sindicatos bien organizados que ayudaron a que el movimiento alcanzara una masa crítica, al menos de modo temporal.

La diferencia entre entonces y ahora es que quienes están tomándose las calles en protesta contra la propuesta de Macron de aumentar el impuesto a los combustibles se inspiran no en la utopía sino en la desesperación. En este sentido, el levantamiento de los Chalecos Amarillos no es muy diferente a un Brexit francés, ya que representa un disparo en el pie. Mientras que los británicos recurrieron a las urnas, los franceses han adoptado una combinación de barricadas, marchas y lanzamiento de piedras.

https://prosyn.org/Y45pBZues