yellow vests protest ALAIN JOCARD/AFP/Getty Images

¿Los chalecos amarillos rechazarán a las camisas pardas?

PARÍS – Desde el momento en que el gobierno francés canceló su planeado aumento del impuesto a los combustibles en respuesta a las protestas masivas, resultó evidente que la medida sería percibida como inadecuada, insignificante y, por sobre todas las cosas, incapaz de tener algún efecto tranquilizador. Honor a quien honor merece: los Chalecos Amarillos dicen ser una expresión del pueblo soberano. Pero ahora tienen una gran responsabilidad.

Por empezar, deben anunciar una suspensión de las manifestaciones y bloqueos durante un período lo suficientemente largo como para aceptar el diálogo propuesto por el primer ministro Édouard Philippe, si no más. En particular, deberían renunciar al tan promovido “Acto IV” del movimiento el 8 de diciembre, que está fermentando en Facebook desde la noche del sábado y que, según todos esperan, será más violento, destructivo y trágico que los capítulos anteriores. Ha habido suficientes muertes, heridas y daño (incluidos algunos de los monumentos más famosos de París).

Si los Chalecos Amarillos deciden que la máquina que han activado los ha superado, y que ya no pueden frenar el Acto IV, deben prepararse durante las protestas para ayudar a la policía a expulsar a los “camisas pardas” violentos que estarán circulando entre ellos. Porque los saboteadores de la extrema derecha y de la extrema izquierda sin duda reaparecerán para saquear, aterrorizar y profanar; está en los Chalecos Amarillos decir una vez más, esta vez como si realmente estuvieran convencidos: No en nuestro nombre. Si los Chalecos Amarillos declaran una suspensión o siguen protestando, nada beneficiaría más a su causa que disociarse –decisivamente y sin ambigüedades- de todos los especuladores políticos que sacarían provecho de su miseria.

https://prosyn.org/N7wk0vtes