Chinese President Xi Jinping is seen behind a statue of late communist leader Mao Zedong GREG BAKER/AFP/Getty Images

China: el Estado vigilante y sus grandes bases de datos

LAHORE – La decisión tomada por el Partido Comunista de China (PCCh) está semana con respecto a eliminar los límites de tiempo aplicables al mandato presidencial parece abrir la puerta para que el presidente Xi Jinping no sólo sea “Presidente de todo” sino también “Presidente para siempre”. La medida fue recibida con consternación en todo el mundo, pero a su vez, también, intensificó un debate en curso entre los expertos en China sobre si la mayor amenaza para China es tener demasiado, o muy poco, poder ejecutivo.

La posición que uno adopta con respecto a esa pregunta parece depender en gran medida de si uno es politólogo, economista o tecnólogo. Muchos politólogos y académicos del derecho, por ejemplo, argumentan en contra del cambio, porque consideran que el modelo de liderazgo colectivo que el PCCh estableció después del año 1979 fue uno de sus mayores éxitos. Los límites para los términos de mandato presidencial de ese modelo y el sistema de revisión por pares para la toma de decisiones de alto nivel han proporcionado los controles necesarios para evitar que se repitan las catástrofes de la Era de Mao, como por ejemplo el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural.

De hecho, el nuevo orden político posterior al año 1979 a menudo ha permitido una genuina batalla de ideas, particularmente entre la Liga de Jóvenes Comunistas estatistas y las elites costeras quienes favorecen una mayor liberalización económica. China puede seguir siendo una sociedad cerrada de muchas maneras, pero sus principales formuladores de políticas han demostrado tener predisposición y mente amplia para experimentar y aprender a través de la prueba y el error.

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