GINEBRA – “¿Dónde está el baño?”. Es lo primero que pregunto cada vez que visito un lugar donde estalló un brote de cólera. Las más de las veces, la respuesta es: “No tenemos. Vamos donde podemos”.
El cólera es una enfermedad antigua, y se ha convertido en una enfermedad de la pobreza. No discrimina geográficamente: se ensaña con comunidades vulnerables en áreas con deficiencias de saneamiento.
Arrastrada hasta fuentes de agua potable por una correntada contaminada, transportada sin saberlo por viajeros, ingresada a las casas en productos irrigados con aguas cloacales no tratadas, la bacteria Vibrio cholerae se aloja una vez ingerida en el intestino delgado y causa diarrea aguda y deshidratación.
GINEBRA – “¿Dónde está el baño?”. Es lo primero que pregunto cada vez que visito un lugar donde estalló un brote de cólera. Las más de las veces, la respuesta es: “No tenemos. Vamos donde podemos”.
El cólera es una enfermedad antigua, y se ha convertido en una enfermedad de la pobreza. No discrimina geográficamente: se ensaña con comunidades vulnerables en áreas con deficiencias de saneamiento.
Arrastrada hasta fuentes de agua potable por una correntada contaminada, transportada sin saberlo por viajeros, ingresada a las casas en productos irrigados con aguas cloacales no tratadas, la bacteria Vibrio cholerae se aloja una vez ingerida en el intestino delgado y causa diarrea aguda y deshidratación.