

Though the US Federal Reserve’s first interest-rate hike of 2023 is smaller than those that preceded it, policymakers have signaled that more increases are on the way, despite slowing price growth. But there is good reason to doubt the utility – and fear the consequences – of continued rate hikes, on both sides of the Atlantic.
PARÍS – En diciembre de 2018, las bolsas estadounidenses registraron su mayor descenso mensual desde la crisis de las hipotecas basura. La abrupta caída reflejó inquietudes en torno a una desaceleración del crecimiento económico, un alza de tipos de interés, el Brexit, la posibilidad de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la creciente incertidumbre geopolítica. Pero la reciente volatilidad bursátil se agravó porque el sistema financiero global sigue prácticamente sin reformas, cuando ya pasó más de un decenio desde la crisis de 2008.
Es verdad que evitar el derrumbe general del sistema financiero después de la crisis fue un éxito en sí mismo. Pero aunque desde entonces hubo algunos otros avances, las reformas han sido fragmentarias en vez de fundamentales. El sistema financiero todavía carece de regulaciones holísticas eficaces, necesarias para alentar una asignación global óptima del capital. La continuidad de esta tendencia conlleva el riesgo de desoír la máxima de Winston Churchill: “nunca hay que desaprovechar una buena crisis”.
Para evitarlo, se necesita una reforma más amplia del sistema financiero global, liderada por el Consejo de Estabilidad Financiera del G20, que apunte a varias prioridades clave.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in