BERLÍN – Este año y el próximo, los votantes de las principales democracias occidentales tomarán decisiones que podrían cambiar de modo fundamental a Occidente -y al mundo- como lo hemos conocido por décadas. De hecho, algunas de estas decisiones ya se han tomado: el principal ejemplo es la reciente decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Mientras tanto, bien podría ser que Donald Trump y Marine Le Pen ganen las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos y Francia, respectivamente. Hace un año habría parecido absurdo pronosticar la victoria de cualquiera de ellos, pero hoy no podemos decir lo mismo.
Las placas tectónicas del mundo occidental han comenzado a desplazarse, y a muchos les ha costado darse cuenta de las potenciales consecuencias. Hoy, después del referendo del Brexit del Reino Unido, vemos el asunto con algo más de realismo.
BERLÍN – Este año y el próximo, los votantes de las principales democracias occidentales tomarán decisiones que podrían cambiar de modo fundamental a Occidente -y al mundo- como lo hemos conocido por décadas. De hecho, algunas de estas decisiones ya se han tomado: el principal ejemplo es la reciente decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Mientras tanto, bien podría ser que Donald Trump y Marine Le Pen ganen las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos y Francia, respectivamente. Hace un año habría parecido absurdo pronosticar la victoria de cualquiera de ellos, pero hoy no podemos decir lo mismo.
Las placas tectónicas del mundo occidental han comenzado a desplazarse, y a muchos les ha costado darse cuenta de las potenciales consecuencias. Hoy, después del referendo del Brexit del Reino Unido, vemos el asunto con algo más de realismo.