stiglitz310_Sean GallupGetty Images_gas prices Sean Gallup/Getty Images

Las guerras no se ganan con economía de tiempos de paz

NUEVA YORK – En lo político, el G7 y países de ideas afines se han puesto en pie de guerra para detener la agresión rusa. El presidente ruso Vladímir Putin violó el principio más fundamental del derecho internacional, al lanzar un ataque no provocado contra otro miembro de Naciones Unidas (una institución creada explícitamente para evitar esa clase de agresiones). Los peligros de buscar un apaciguamiento deberían ser obvios. Basta un mínimo de empatía para estremecernos de horror ante la mera idea de tener que vivir bajo el mandato de Putin.

Esta guerra es peculiar. Putin ha descrito su proyecto como una confrontación con todo Occidente, pero los que combaten y soportan todo el peso de los ataques rusos contra la población civil y la infraestructura civil son los ucranianos. Europa y Estados Unidos han provisto ayuda económica y militar, y el resto del mundo enfrenta las derivaciones de la guerra, que incluyen un encarecimiento de la energía y de los alimentos.

Pero es un error pensar que la guerra puede ganarse con una economía de tiempos de paz. Ningún país ha salido airoso jamás de una guerra importante por obra del mercado, ya que este es demasiado lento para la clase de grandes cambios estructurales que se necesitan. Por eso Estados Unidos tiene una Ley de Producción para la Defensa, aprobada en 1950 y a la que se apeló hace poco en la «guerra» contra la COVID‑19, y luego para resolver una grave escasez de leche de fórmula.

https://prosyn.org/HBXMnBues