banana tree Wally Gobetz/Flickr

El desperdicio de la comida en un mundo hambriento

OTTAWA – Una cuarta parte de toda la comida del mundo se pierde todos los años, por  recolecciones deficientes, almacenamiento inadecuado y desperdicio en las cocinas. Si se redujera a la mitad ese despilfarro, el mundo podría alimentar a 1.000 millones de personas más y convertir el hambre en una cosa del pasado.

La magnitud de la pérdida de comida resulta particularmente mortificante a la vista de un nuevo estudio mundial sobre la seguridad alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Según la FAO, cincuenta y siete países en desarrollo no han logrado el objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de personas hambrientas en este año. Una de cada nueve personas del planeta –795 millones en total– sigue acostándose hambrienta.

Naturalmente, también ha habido avances notables: en los veinticinco últimos años, el mundo ha alimentado a dos mil millones más de personas y, pese a los cincuenta y siete fracasos, el mundo en desarrollo en conjunto casi ha reducido a la mitad su tasa de hambre, pero el imperativo es el de mantener los avances: de aquí a 2050, la demanda de comida casi se habrá duplicado. Una razón es la de que a esas alturas el mundo tendrá otros dos mil millones de bocas que alimentar; una segunda razón será el apetito en aumento de una nueva clase media en repentino ascenso.

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