Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is Professor of Economics Emeritus and a former dean of the Graduate School of Business at Stanford University. He is Senior Fellow at the Hoover Institution, Senior Adviser to General Atlantic, and Chairman of the firm’s Global Growth Institute. He serves on the Academic Committee at Luohan Academy, and chairs the Advisory Board of the Asia Global Institute. He was Chairman of the independent Commission on Growth and Development, an international body that from 2006-10 analyzed opportunities for global economic growth, and is the author of The Next Convergence: The Future of Economic Growth in a Multispeed World (Macmillan Publishers, 2012).
MILÁN/GRANVILLE, OHIO – Estados Unidos tiene un problema de productividad, aunque es difícil detectarlo si solo se analizan las industrias que producen bienes y servicios que se comercializan a nivel internacional. Como estos bienes y servicios representan solamente un tercio del PIB y apenas más del 20% del empleo, como es normal en una economía desarrollada, también es importante considerar el sector no-comercializable que incluye a las otras dos terceras partes de la economía.
El sector comercializable de la economía incluye a la agricultura, la forestación, la pesca y la industria -la producción de bienes, ya sea como productos finales o intermedios-. En 2021, representaba un tercio del valor agregado comercializable. El sector comercializable también incluye servicios como investigación y desarrollo, consultoría, información y un alto porcentaje de finanzas. En conjunto, los servicios representan alrededor de dos tercios del valor agregado comercializable -un porcentaje que ha aumentado en las últimas dos décadas.
El valor agregado para una empresa o industria se calcula sustrayendo los insumos comprados como energía y productos intermedios -excluyendo mano de obra y capital- de las ventas totales en dólares. Se puede entender como el valor creado por la combinación de mano de obra y capital. Ese valor luego se captura como ingreso para la mano de obra (formando el límite superior de la compensación promedio de empleados en el sector) y retornos para los dueños del capital.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in