

Fifteen years after the collapse of the US investment bank Lehman Brothers triggered a devastating global financial crisis, the banking system is in trouble again. Central bankers and financial regulators each seem to bear some of the blame for the recent tumult, but there is significant disagreement over how much – and what, if anything, can be done to avoid a deeper crisis.
BERKELEY – En Estados Unidos reside el 4% de la población mundial, pero el país registra el 21% de las muertes confirmadas por COVID-19. Representa el 25% de la población del Norte Global, pero tiene el 50% de sus mortalidades en exceso (muertes por cualquier causa por encima de la tasa habitual) registradas durante la pandemia.
Asimismo, los casos acumulativos por millón en Estados Unidos hoy en día son casi cuatro veces más altos que en la Unión Europea (aunque esta última parece estar experimentando una segunda ola). Mientras que Estados Unidos sigue perdiendo alrededor de 1.000 personas por COVID-19 cada día, la tasa de mortalidad diaria de la UE está cerca de 300, y los países asiáticos en el Norte Global prácticamente no están sufriendo pérdidas. Y no, éste no es un problema norteamericano continental: Canadá pierde sólo unas diez personas por día a manos del virus.
Después de tantos meses de fracaso a la hora de enfrentar la pandemia, las tasas de fatalidad y de infección más altas a nivel global que registra Estados Unidos ya no son una sorpresa. El interrogante es qué significa la trayectoria actual de la pandemia para la recuperación económica de Estados Unidos.
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