roubini150_FREDERIC J. BROWNAFP via Getty Images_food bank us Frederic J. Brown/AFP via Getty Images

La burbuja de la COVID

NUEVA YORK – La recuperación en forma de K de la economía estadounidense está en marcha. A quienes cuentan con empleos estables de tiempo completo, beneficios y margen financiero les va bien mientras los mercados bursátiles alcanzan nuevos máximos. Los obreros y trabajadores de puestos de servicio con bajo valor agregado desempleados o subempleados —el nuevo «precariado»— están cargados de deudas, con escasa salud financiera y perspectivas económicas cada vez peores.

Estas tendencias indican una creciente desconexión entre la economía financiera y la real. Los nuevos máximos en los mercados de valores no significan nada para la mayoría de la gente: el 50 % que ocupa la parte inferior de la distribución de riqueza solo posee el 0,7 % del total de los activos en los mercados de acciones, mientras que el 10 % superior controla el 87,2 %; y el 1 % superior, el 51,8 %. La riqueza de las 50 personas más ricas equivale a la de las 165 millones de personas más pobres.

La desigualdad aumentó con el ascenso de los gigantes de la tecnología. Se pierden hasta tres puestos de trabajo minoristas por cada uno que crea Amazon y hay una dinámica similar en otros sectores dominados por los gigantes tecnológicos, pero el estrés social y económico actual no es nada nuevo. Durante décadas los trabajadores en apuros no pudieron seguir el ritmo de sus vecinos debido al estancamiento del ingreso medio real (ajustado por inflación) y el aumento del costo de vida y las expectativas de gasto.

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