krushcheva110_JaapArriensNurPhotoviaGetty Images_happyzelensky Jaap Arriens/NurPhoto via Getty Images

Ucrania pone el payaso

KIEV – En los inicios del siglo XXI, El ala oeste era la serie de televisión favorita de muchos. Trataba de una administración estadounidense de ficción que luchaba contra el terrorismo sin librar guerras sobre una región o religión enteras, se negaba a pisotear el estado de derecho y, por lo general, tomaba decisiones que iban dirigidas al mejor interés de la nación. Muchos deseaban que Martin Sheen, el calmado y tranquilo presidente en la serie, reemplazara al presidente cowboy George W. Bush y a su belicoso compinche Dick Cheney.

En cierto sentido, eso es exactamente lo que ocurre hoy en Ucrania. El comediante Volodimir Zelensky, cuyo único mérito para la fama hasta ahora ha sido personificar a un profesor devenido en presidente en la popular serie televisiva Servidor del pueblo, ganó la presidencia por una abrumadora mayoría en abril. Sin embargo, lejos de la fantasía de un presidente idealizado, este es otro ejemplo de realidad deformada –tan familiar para los ucranianos- en que los personajes, no los líderes, definen la política.

Zelensky no es la primera persona carismática y no política en ganar el poder político en los años recientes. El ejemplo más obvio es el magnate inmobiliario y presentador de “reality TV” Donald Trump. Pero también en Austria, Hungría, Italia, Rusia y otros países existen personajes mediáticos que han apelado a la retórica populista para llegar a la gente común que se siente ignorada por las élites. En Italia, Beppe Grillo, otro cómico, cofundó el Movimiento Cinco Estrellas que en la actualidad es el mayor partido de gobierno, aunque él renunció en enero de 2018, semanas antes de la elección que llevó a su creación al poder.

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