La política de estira y afloja de Irán

GINEBRA – El problema con la actual política arriesgada iraní sobre su programa nuclear es que es demasiado fácil  caer al precipicio. En las primeras dos rondas de conversaciones que mantuvieron Irán y los P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) en Estambul y en Bagdad durante abril y mayo, respectivamente, ambas partes por lo menos llegaron a quedarse al borde del abismo. Ahora, después de haber celebrado la tercera ronda en Moscú están pendiendo de un hilo.

Ninguna de las partes ha estado preparada para comprometerse en ningún asunto. Apenas lograron ponerse de acuerdo en organizar una reunión de expertos de bajo nivel a principios de julio, pero nadie espera que ello conduzca a un avance. Para entonces, las nuevas sanciones europeas y estadounidenses a las exportaciones de petróleo iraníes estarán en vigor, y el Congreso de los Estados Unidos está presionando para aplicar más sanciones, además, voces influyentes dicen que el juego de las negociaciones terminó. Los rumores de guerra siguen presentes en Israel y crece la ansiedad de que no se logre contener la intensificación del conflicto en un clima político cargado en un año de elecciones en los Estados Unidos.

Aunque las posturas de negociación de las dos partes a lo largo de las conversaciones actuales no han sido tan divergentes como en el pasado, sus principales demandas hasta ahora han sido irreconciliables.

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