¿Es cierto que la extrema pobreza alimenta la violencia y, finalmente, la revolución? Muchos lo creen así, e intentan explicar fenómenos como las insurgencias guerrilleras y el terrorismo islámico en esos términos.
Sin embargo, Karl Marx y Alexis de Tocqueville, los dos grandes analistas sociales del siglo diecinueve, sabían mejor lo que mueve a las personas y lo que hace cambiar las sociedades. La extrema pobreza genera apatía, no rebelión. A lo más, los muy pobres pueden ser utilizados para ocasionales demostraciones de furia, pero no son el material del cual los terroristas o los revolucionarios están hechos.
Un grupo mucho más importante en cualquier sociedad son quienes han comenzado a avanzar a nuevas condiciones de vida, pero encuentran bloqueado su camino. Sus deseos y ambiciones no son poco realistas si se consideran las circunstancias, pero se ven frustrados. Las cosas no avanzan tan rápido como lo desean, o no lo hacen del todo, debido a condiciones que no controlan. Las oportunidades existen, pero no se pueden aprovechar ni hacer realidad.
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At the end of European Communism, there was a widespread, euphoric hope that freedom and democracy would bring a better life; eventually, though, many lost that hope. The problem, under both Communism and the new liberal dispensation, was that those pursuing grand social projects had embraced ideology instead of philosophy.
considers what an Albanian Marxist philosopher can tell us about liberty in today's world.
For the US, Slovakia's general election may produce another unreliable allied government. But instead of turning a blind eye to such allies, as President Joe Biden has been doing with Poland, or confronting them with an uncompromising stance, the US should spearhead efforts to help mend flawed democracies.
reflect on the outcome of Slovakia's general election in the run-up to Poland's decisive vote.
¿Es cierto que la extrema pobreza alimenta la violencia y, finalmente, la revolución? Muchos lo creen así, e intentan explicar fenómenos como las insurgencias guerrilleras y el terrorismo islámico en esos términos.
Sin embargo, Karl Marx y Alexis de Tocqueville, los dos grandes analistas sociales del siglo diecinueve, sabían mejor lo que mueve a las personas y lo que hace cambiar las sociedades. La extrema pobreza genera apatía, no rebelión. A lo más, los muy pobres pueden ser utilizados para ocasionales demostraciones de furia, pero no son el material del cual los terroristas o los revolucionarios están hechos.
Un grupo mucho más importante en cualquier sociedad son quienes han comenzado a avanzar a nuevas condiciones de vida, pero encuentran bloqueado su camino. Sus deseos y ambiciones no son poco realistas si se consideran las circunstancias, pero se ven frustrados. Las cosas no avanzan tan rápido como lo desean, o no lo hacen del todo, debido a condiciones que no controlan. Las oportunidades existen, pero no se pueden aprovechar ni hacer realidad.
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