LONDRES – Hoy parece no existir ninguna alternativa coherente para el capitalismo. Sin embargo, los sentimientos anti-mercado están bien en forma, lo cual queda de manifiesto, por ejemplo, en la reacción moralista contra la globalización. Como ningún sistema social puede sobrevivir mucho tiempo sin un sustento moral, las cuestiones planteadas por los defensores de la antiglobalización son urgentes –mucho más en medio de la actual crisis económica.
LONDRES – Hoy parece no existir ninguna alternativa coherente para el capitalismo. Sin embargo, los sentimientos anti-mercado están bien en forma, lo cual queda de manifiesto, por ejemplo, en la reacción moralista contra la globalización. Como ningún sistema social puede sobrevivir mucho tiempo sin un sustento moral, las cuestiones planteadas por los defensores de la antiglobalización son urgentes –mucho más en medio de la actual crisis económica.