http://prosyn.org/gHMHMS9/es;
New Comment
Email this piece to a friend
Contact us
Please select an option
- Secure publication rights
- Submit a commentary for publication
- Website help
- Careers
- Advertise with us
- Feedback/general inquiries
- Education Subscriptions
- Corporate Subscriptions
Please wait, fetching the form
Please wait, fetching the form
Please wait, fetching the form
Please wait, fetching the form
Please wait, fetching the form
Please wait, fetching the form
Please wait, fetching the form
El tema de este año del "Foro Económico Mundial" fue "la India en todas partes". En el Occidente se pone tanta atención a China que los logros de la India frecuentemente sólo se reconocen en una reflexión tardía. Como para subrayar la idea de que la estabilidad política debe triunfar en el largo plazo, los indios cubrieron los autobuses suizos con la leyenda: "India: la democracia de más rápido crecimiento en el mundo".
La ofensiva mediática de la India tuvo un enorme éxito. En Davos, un ponente tras otro pregonaron la idea de que aunque China ahora lleva la delantera, en el largo plazo la carrera entre los dos gigantes de Asia no está decidida. Al menos durante algunos días, el surgimiento de la India como una superpotencia del mismo nivel que China se tomó como un hecho consumado. Pero, ¿cuál es la realidad en la carrera entre economías que tienen más de mil millones de personas cada una?
A primera vista, China le lleva una gran ventaja a la India. Hace veinticinco años, al comienzo de la ola de globalización actual, la producción nacional tanto en la India como en China era más o menos la misma. Ahora, bajo cualquier parámetro, China es más de dos veces más rica.
We hope you're enjoying Project Syndicate.
To continue reading, subscribe now.
Subscribe
Get unlimited access to PS premium content, including in-depth commentaries, book reviews, exclusive interviews, On Point, the Big Picture, the PS Archive, and our annual year-ahead magazine.
Already have an account or want to create one? Log in