Ciudad de México – Mientras continúa la confusión que invade los mercados financieros mundiales, se va comprendiendo cada vez mejor que los problemas económicos mundiales requieren soluciones mundiales y una mejor gestión de los asuntos públicos mundiales. El pasado mes de marzo, un importante logro al respecto pasó inadvertido entre los últimos avatares financieros: un acuerdo de la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional sobre una nueva fórmula para determinar los cupos y los aumentos de éstos correspondientes a los miembros subrepresentados, en particular los países en desarrollo y con mercados en ascenso.
Con esa iniciativa, el FMI dio a esos países más voz en la principal organización internacional encargada de velar por la estabilidad financiera... y, por tanto, en la propia economía mundial. Esa decisión, adoptada después de casi dos años de negociaciones sumamente técnicas y a veces abstrusas, entrañó un conjunto de medidas que cambian la forma de distribuir los cupos (mediante los cuales se determina el número de votos en el FMI).
Naturalmente, al final la cesión total de votos de los países desarrollados a los países en desarrollo ascendió sólo al 2,7 por ciento. Entonces, ¿por qué es importante?
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Since the 1990s, Western companies have invested a fortune in the Chinese economy, and tens of thousands of Chinese students have studied in US and European universities or worked in Western companies. None of this made China more democratic, and now it is heading toward an economic showdown with the US.
argue that the strategy of economic engagement has failed to mitigate the Chinese regime’s behavior.
While Chicago School orthodoxy says that humans can’t beat markets, behavioral economists insist that it’s humans who make markets, which means that humans can strive to improve their functioning. Which claim you believe has important implications for both economic theory and financial regulation.
uses Nobel laureate Robert J. Shiller’s work to buttress the case for a behavioral approach to economics.
Ciudad de México – Mientras continúa la confusión que invade los mercados financieros mundiales, se va comprendiendo cada vez mejor que los problemas económicos mundiales requieren soluciones mundiales y una mejor gestión de los asuntos públicos mundiales. El pasado mes de marzo, un importante logro al respecto pasó inadvertido entre los últimos avatares financieros: un acuerdo de la Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional sobre una nueva fórmula para determinar los cupos y los aumentos de éstos correspondientes a los miembros subrepresentados, en particular los países en desarrollo y con mercados en ascenso.
Con esa iniciativa, el FMI dio a esos países más voz en la principal organización internacional encargada de velar por la estabilidad financiera... y, por tanto, en la propia economía mundial. Esa decisión, adoptada después de casi dos años de negociaciones sumamente técnicas y a veces abstrusas, entrañó un conjunto de medidas que cambian la forma de distribuir los cupos (mediante los cuales se determina el número de votos en el FMI).
Naturalmente, al final la cesión total de votos de los países desarrollados a los países en desarrollo ascendió sólo al 2,7 por ciento. Entonces, ¿por qué es importante?
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in