PARIS – A Kishore Mahbubani, prominente voz asiática de Singapur y un hombre que a menudo critica a Europa, se le preguntó hace poco sobre lo que Asia podía aprender del "viejo continente". Su respuesta: Europa era sobre todo el continente de la paz, la compasión y la cooperación.
Es posible que "Asia" no exista cultural, histórica, religiosa, social y económicamente de la misma forma que Europa. Es un continente mucho más variado. Pero los "asiáticos" han estado mirando la experiencia europea y reflexionando sobre ella por largo tiempo. Las élites japonesas ilustradas sienten fascinación por la reconciliación franco-alemana. ¿Podría aplicarse este modelo a las relaciones de Japón con sus antiguos enemigos, entre ellos Corea y China? Y hoy, con el irresistible ascenso de una China más asertiva, el ejemplo europeo de un continente donde simplemente ha desaparecido la perspectiva de una guerra entre enemigos tradicionales - o rivales contemporáneos - es más atractivo que nunca.
Uno no asocia de manera natural a China con la búsqueda de la compasión. Sin embargo, recientemente algunos chinos han descubierto las virtudes del modelo social nórdico, y delegaciones chinas han estado visitando a Oslo con regularidad para ver qué lecciones se pueden llevar a casa.
PARIS – A Kishore Mahbubani, prominente voz asiática de Singapur y un hombre que a menudo critica a Europa, se le preguntó hace poco sobre lo que Asia podía aprender del "viejo continente". Su respuesta: Europa era sobre todo el continente de la paz, la compasión y la cooperación.
Es posible que "Asia" no exista cultural, histórica, religiosa, social y económicamente de la misma forma que Europa. Es un continente mucho más variado. Pero los "asiáticos" han estado mirando la experiencia europea y reflexionando sobre ella por largo tiempo. Las élites japonesas ilustradas sienten fascinación por la reconciliación franco-alemana. ¿Podría aplicarse este modelo a las relaciones de Japón con sus antiguos enemigos, entre ellos Corea y China? Y hoy, con el irresistible ascenso de una China más asertiva, el ejemplo europeo de un continente donde simplemente ha desaparecido la perspectiva de una guerra entre enemigos tradicionales - o rivales contemporáneos - es más atractivo que nunca.
Uno no asocia de manera natural a China con la búsqueda de la compasión. Sin embargo, recientemente algunos chinos han descubierto las virtudes del modelo social nórdico, y delegaciones chinas han estado visitando a Oslo con regularidad para ver qué lecciones se pueden llevar a casa.