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Al poder por la vía del chantaje

ABIDJÁN – El 2 de diciembre, la Comisión Electoral Independiente (CEI) de Côte d’Ivoire declaró al dirigente de la oposición, Alassane Ouattara, vencedor de las elecciones presidenciales del país celebradas en noviembre con el 54,1 por ciento de los votos. El Presidente saliente, Laurent Gbagbo, obtuvo el 45,9 por ciento. Los Estados Unidos, la Unión Europea, el Canadá y el Secretario General de las Naciones Unidas felicitaron a Ouattara y pidieron a Gbagbo que respetara la voluntad popular.

Un día después de que se anunciase el resultado, el Consejo Constitucional del país, encabezado por Paul Yao N’Dre, fiel aliado de Gbagbo, anuló los resultados de siete departamentos septentrionales y declaró a Gbagbo vencedor de las elecciones con el 51 por ciento de los votos. La decisión, adoptada en menos de veinticuatro horas, dejó perplejos a muchos ivorianos. El Enviado Especial de las Naciones Unidas para Côte d’Ivoire, Choi Young-jin, declaró rotundamente que “la proclamación de los resultados finales por el Presidente del Consejo Constitucional (...) que declara vencedor de la segunda vuelta al candidato  Laurent Gbagbo, sólo se puede interpretar como una decisión que no está basada en datos factuales”.

Además, Choi declaró que, aun cuando se confirmaran las irregularidades alegadas por Gbagbo, Ouattara habría obtenido igualmente votos suficientes para resultar vencedor de las elecciones. Al cabo de 48 de horas del anuncio del CEI, los dos candidatos juraron el cargo de Presidente. Ouattara dio un paso más, al nombrar a un Primer Ministro y un gabinete de 13 carteras.

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