roubini151_z_wei_getty images_inflation Z. Wei/Getty Images

¿La estanflación es inminente?

NUEVA YORK – Existe un creciente debate sobre si la inflación que surgirá en los próximos meses será temporaria, lo que reflejaría una marcada recuperación de la recesión causada por el COVID-19, o persistente, en respuesta a factores de tracción de la demanda y de empuje de los costos.

Varios argumentos apuntan a un aumento secular persistente de la inflación, que se ha mantenido por debajo de la meta anual del 2% de la mayoría de los bancos centrales durante más de una década. El primero sostiene que Estados Unidos ha implementado un estímulo fiscal excesivo para una economía que ya parece estar recuperándose más rápido de lo esperado. Los 1,9 billones de dólares adicionales de gasto aprobados en marzo se sumaron a un paquete de 3 billones de dólares la primavera pasada y a un estímulo de 900.000 millones de dólares en diciembre, mientras que pronto se ejecutará un proyecto de ley de infraestructura de 2 billones de dólares. La respuesta de Estados Unidos a la crisis, por ende, es una orden de magnitud mayor que su respuesta a la crisis financiera global de 2008.

El contraargumento es que este estímulo no desatará una inflación duradera, porque los hogares ahorrarán un porcentaje importante para pagar deudas. Asimismo, las inversiones en infraestructura no sólo harán subir la demanda sino también la oferta, al expandir el stock de capital público en beneficio de la productividad. Pero, por supuesto, aun teniendo en cuenta estas dinámicas, el aumento de los ahorros privados generado por el estímulo implica que habrá cierta liberación inflacionaria de la demanda acumulada.

https://prosyn.org/S5zMYJHes