DAVOS – Durante bastantes años, los expertos llamaron al Japón la tierra del sol poniente. Dijeron que para una economía tan desarrollada como la de este país, el crecimiento sería imposible. Dijeron que nuestra deuda pública era insostenible. Señalaron a nuestra supuesta psique caracterizada por la resignación como síntoma de la decadencia relativa.
Pero ahora raras veces se oyen esas voces. La economía del Japón ha pasado de un crecimiento negativo a otro positivo y está a punto de liberarse de la deflación crónica. Esta primavera los salarios aumentarán, acontecimiento que debería haberse producido hace mucho y que propiciará un consumo mayor. También nuestra situación fiscal ha mejorado constantemente y el gobierno va camino de consolidar las finanzas públicas.
Y, como la economía se ha dado la vuelta, los japoneses se han vuelto más animados y optimistas, estado de ánimo reflejado en el entusiasmo público por la elección de Tokio como anfitrión de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2020.
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China’s exceptional growth in recent decades has influenced the education and career choices of young people and their families. But now that high-skilled jobs are drying up and recent graduates are struggling to find work, there is a growing mismatch between expectations and new realities.
argues that the rise in joblessness among young people does not spell economic apocalypse for China.
Since 1960, only a few countries in Latin America have narrowed the gap between their per capita income and that of the United States, while most of the region has lagged far behind. Making up for lost ground will require a coordinated effort, involving both technocratic tinkering and bold political leadership.
explain what it will take finally to achieve economic convergence with advanced economies.
DAVOS – Durante bastantes años, los expertos llamaron al Japón la tierra del sol poniente. Dijeron que para una economía tan desarrollada como la de este país, el crecimiento sería imposible. Dijeron que nuestra deuda pública era insostenible. Señalaron a nuestra supuesta psique caracterizada por la resignación como síntoma de la decadencia relativa.
Pero ahora raras veces se oyen esas voces. La economía del Japón ha pasado de un crecimiento negativo a otro positivo y está a punto de liberarse de la deflación crónica. Esta primavera los salarios aumentarán, acontecimiento que debería haberse producido hace mucho y que propiciará un consumo mayor. También nuestra situación fiscal ha mejorado constantemente y el gobierno va camino de consolidar las finanzas públicas.
Y, como la economía se ha dado la vuelta, los japoneses se han vuelto más animados y optimistas, estado de ánimo reflejado en el entusiasmo público por la elección de Tokio como anfitrión de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2020.
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