Barcroft Media Barcroft Media

El argumento débil de Trump contra China

BEIJING – Nadie gana en una guerra comercial. Aun así, el presidente norteamericano, Donald Trump, parece decidido a entablar una con China, a quien culpa de causar el déficit comercial de Estados Unidos, violar las reglas de la Organización Mundial de Comercio y utilizar prácticas injustas para adquirir tecnología extranjera. Si bien la mayoría de los economistas se asombran ante la ignorancia de Trump sobre cómo funcionan las balanzas comerciales, en términos generales muchos concuerdan con sus acusaciones respecto de la propiedad intelectual (PI). Pero la evidencia que respalda estos argumentos también es débil, en el mejor de los casos.

La llamada investigación comercial de la Sección 301 lanzada por la administración Trump el año pasado acusó a China de adquirir tecnologías extranjeras utilizando restricciones de licencia discriminatorias, acuerdos de transferencia de tecnología injustos, inversión saliente dirigida, intrusiones no autorizadas en las redes informáticas comerciales de Estados Unidos y robo cibernético de PI. "El peso de la evidencia", concluye el informe, muestra que China utiliza restricciones a la propiedad extranjera para obligar a las empresas norteamericanas a ofrecer sus tecnologías a entidades chinas.

Pero el argumento, claramente, no es tan sólido como lo pinta el informe. Por empezar, como las empresas chinas no están necesitadas de capital -gracias al exceso de ahorros crónico de China-, ganar acceso a las tecnologías extranjeras es su principal motivación para intentar atraer inversión directa del exterior. Según las reglas de la OMC, están en libertad de buscar transferencia de tecnología de sus socios externos sobre una base comercial y voluntaria.

https://prosyn.org/aF0U2eNes