KIGALI – Piense en un país donde un 90% de la población tiene cobertura de salud, más del 90% de los pacientes con VIH siguen un régimen farmacológico estable, y 93% de los niños están vacunados contra enfermedades infecciosas comunes, entre ellas el VPH. ¿Adivina dónde está esta tierra encantada de equidad médica? ¿Escandinavia? ¿Costa Rica? ¿Narnia?
Le doy una pista: es en África. Para más precisión: Ruanda.
En mi país natal, la atención de la salud es un derecho garantizado a todos, no un privilegio reservado a ricos y poderosos. Ruanda sigue siendo pobre, pero en los últimos quince años, sus avances sanitarios concitaron atención mundial, y con razón. En 2000, la esperanza de vida al nacer era sólo 48 años; hoy es 67. La ayuda internacional hizo su parte, pero nuestros avances se deben sobre todo a innovaciones no financieras.
KIGALI – Piense en un país donde un 90% de la población tiene cobertura de salud, más del 90% de los pacientes con VIH siguen un régimen farmacológico estable, y 93% de los niños están vacunados contra enfermedades infecciosas comunes, entre ellas el VPH. ¿Adivina dónde está esta tierra encantada de equidad médica? ¿Escandinavia? ¿Costa Rica? ¿Narnia?
Le doy una pista: es en África. Para más precisión: Ruanda.
En mi país natal, la atención de la salud es un derecho garantizado a todos, no un privilegio reservado a ricos y poderosos. Ruanda sigue siendo pobre, pero en los últimos quince años, sus avances sanitarios concitaron atención mundial, y con razón. En 2000, la esperanza de vida al nacer era sólo 48 años; hoy es 67. La ayuda internacional hizo su parte, pero nuestros avances se deben sobre todo a innovaciones no financieras.