MOSCÚ – La actitud occidental para con Rusia se basa en la suposición de que una presión continua sobre ese país obligará al régimen del Presidente Vladimir Putin a hacer concesiones o incluso provocará su desplome. Nada podría estar más alejado de la verdad.
La suposición subyacente a la eficacia de las sanciones occidentales es la de que el profundo deterioro económico resultante de ellas volverá al público ruso, en particular la minoría selecta política y financiera, contra el Kremlin. Putin no podrá soportar la disensión en aumento de las zonas urbanas acomodadas y la incipiente clase media.
Entretanto, según esa concepción, la presión militar –en forma de un posible ayuda letal a Ucrania– inmovilizará igualmente a los rusos de a pie contra Putin. Reacios a ver morir a sus hijos en Donbas, formarán un movimiento antibélico que lo obligará a contener sus ambiciones territoriales. Presionado desde arriba y desde abajo a un tiempo, el Kremlin tendrá que cambiar de políticas y tal vez comenzar incluso a democratizarse.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
The banking system we take for granted is unfixable. The good news is that we no longer need to rely on any private, rent-seeking, socially destabilizing network of banks, at least not the way we have so far.
shows why the current private system is unfixable – and why we don’t need to tolerate it anymore.
Like Vladimir Putin, China's leader is so steeped in a narrative of victimhood and fearful of appearing weak that it is hard to imagine him ever leading China out of the mess he has created. He could well be remembered as the leader who squandered history's most remarkable economic success story.
about the country's increasingly worrisome trajectory, both at home and abroad.
Artificial IdiocyFrank Rumpenhorst/picture alliance via Getty Images
MOSCÚ – La actitud occidental para con Rusia se basa en la suposición de que una presión continua sobre ese país obligará al régimen del Presidente Vladimir Putin a hacer concesiones o incluso provocará su desplome. Nada podría estar más alejado de la verdad.
La suposición subyacente a la eficacia de las sanciones occidentales es la de que el profundo deterioro económico resultante de ellas volverá al público ruso, en particular la minoría selecta política y financiera, contra el Kremlin. Putin no podrá soportar la disensión en aumento de las zonas urbanas acomodadas y la incipiente clase media.
Entretanto, según esa concepción, la presión militar –en forma de un posible ayuda letal a Ucrania– inmovilizará igualmente a los rusos de a pie contra Putin. Reacios a ver morir a sus hijos en Donbas, formarán un movimiento antibélico que lo obligará a contener sus ambiciones territoriales. Presionado desde arriba y desde abajo a un tiempo, el Kremlin tendrá que cambiar de políticas y tal vez comenzar incluso a democratizarse.
To continue reading, register now.
Subscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Subscribe
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
Already have an account? Log in