CAMBRIDGE – George Soros es un gran hombre. Su historia habla de su perspicacia financiera. Y ningún filántropo o institución filantrópica hizo más que él para que el mundo fuera un lugar mejor en la segunda mitad del siglo XX.
Desafortunadamente, su memoria de lo ocurrido en 2008 y el par de conversaciones que tuvimos por entonces es incorrecta. Es más, su análisis de las opciones políticas que tenía a disposición el gobierno de Estados Unidos en 2009 no condice con su nivel habitual de sofisticación. Sin duda, la crisis financiera de 2008 y sus secuelas inmediatas podrían haberse manejado mejor; la medicina en el campo de batalla nunca es perfecta. Pero ni siquiera se puede plantear un caso prima facie para las suposiciones hechas por Johnson y Soros sobre una ineptitud necia de parte de la administración en la que yo cumplía funciones.
Quienes leyeron su argumento tal vez quieran considerar los siguientes puntos.
CAMBRIDGE – George Soros es un gran hombre. Su historia habla de su perspicacia financiera. Y ningún filántropo o institución filantrópica hizo más que él para que el mundo fuera un lugar mejor en la segunda mitad del siglo XX.
Desafortunadamente, su memoria de lo ocurrido en 2008 y el par de conversaciones que tuvimos por entonces es incorrecta. Es más, su análisis de las opciones políticas que tenía a disposición el gobierno de Estados Unidos en 2009 no condice con su nivel habitual de sofisticación. Sin duda, la crisis financiera de 2008 y sus secuelas inmediatas podrían haberse manejado mejor; la medicina en el campo de batalla nunca es perfecta. Pero ni siquiera se puede plantear un caso prima facie para las suposiciones hechas por Johnson y Soros sobre una ineptitud necia de parte de la administración en la que yo cumplía funciones.
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