stiglitz279_ Morry Gash-PoolGetty Images_trump at debate Morry Gash/Pool/Getty Images

La amenaza republicana para la república

NUEVA YORK – Nerón, como se sabe, tocaba el violín mientras Roma ardía y el presidente norteamericano, Donald Trump, como se sabe, fue a jugar al golf a sus canchas deficitarias mientras arde California –y más de 200.000 norteamericanos han muerto por COVID-19, del cual él mismo ha dado positivo-. Al igual que Nerón, Trump sin duda será recordado como una figura política excepcionalmente cruel, inhumana y posiblemente insana.

Hasta hace poco, la mayoría de la gente en todo el mundo había estado expuesta a esta tragedia norteamericana en pequeñas dosis, a través de clips cortos de Trump espetando mentiras y tonterías en los programas de noticias de la noche o en las redes sociales. Pero a fines de septiembre, decenas de millones de personas soportaron un espectáculo de 90 minutos, vendido como un “debate” presidencial, en el que Trump demostró inequívocamente que no es presidencial –y que explica por qué tanta gente cuestiona su salud mental.

Sin duda, en los últimos cuatro años, el mundo ha observado a este mentiroso patológico establecer nuevos récords –registrando unas 20.000 mentiras o declaraciones engañosas hasta mediados de julio, según el Washington Post-. ¿Qué tipo de debate puede haber cuando uno de los dos candidatos no tiene credibilidad, y ni siquiera está ahí para debatir?

https://prosyn.org/u7zeJqOes