GINEBRA – Como defensora de la abolición de las armas nucleares, no me puedo dar el lujo de hablar con rodeos. Se estima que existen 15.000 ojivas nucleares diseminadas por todo el mundo, y eliminarlas conduce a decir la verdad de las cosas – y a menudo una verdad muy difícil de aceptar – a quienes están en el poder. En ese espíritu, permítanme decir lo siguiente sin temor a equivocarme: los líderes de hoy en día son demasiado inestables emocionalmente como para confiarles la tuición de las reservas nucleares del mundo.
Como dije al Comité Nobel el año pasado a momento de aceptar el Premio Nobel de la Paz en nombre de mi organización: ‘Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares’, las armas nucleares son el “arma de un loco que se mantiene permanentemente en nuestro templo”. Y, son los hombres locos quienes tienen sus dedos en el gatillo.
Por razones que me son difíciles de entender, las armas nucleares han sido apropiadas como símbolos del poder masculino. En los últimos meses, ambos, el dictador norcoreano Kim Jong-un y el presidente estadounidense Donald Trump, se jactaron públicamente del “tamaño” de sus botones y de la solidez de sus arsenales. Para no quedarse atrás, Vladimir Putin de Rusia usó su discurso anual al Parlamento de su país para afirmar que Rusia tiene realmente las armas nucleares más potentes de todas. Apoyó su fanfarronada con animaciones extravagantes, simplemente imaginando cuán “invencibles” podrían ser sus misiles.
To continue reading, register now.
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Howard Davies
fears that bringing the current bout of inflation under control will carry high costs, suggests ways monetary policymakers can protect their reputations, defends the UK Treasury from accusations that it is too powerful, and more.
For decades, relative global stability, sound economic-policy management, and the steady expansion of trade to and from emerging markets combined to keep costs down. But now all these conditions have been overturned, and the world is settling into a dangerous and destabilizing new regime.
explains why the long era of low inflation, cheap imports, and consistent growth is now over.
GINEBRA – Como defensora de la abolición de las armas nucleares, no me puedo dar el lujo de hablar con rodeos. Se estima que existen 15.000 ojivas nucleares diseminadas por todo el mundo, y eliminarlas conduce a decir la verdad de las cosas – y a menudo una verdad muy difícil de aceptar – a quienes están en el poder. En ese espíritu, permítanme decir lo siguiente sin temor a equivocarme: los líderes de hoy en día son demasiado inestables emocionalmente como para confiarles la tuición de las reservas nucleares del mundo.
Como dije al Comité Nobel el año pasado a momento de aceptar el Premio Nobel de la Paz en nombre de mi organización: ‘Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares’, las armas nucleares son el “arma de un loco que se mantiene permanentemente en nuestro templo”. Y, son los hombres locos quienes tienen sus dedos en el gatillo.
Por razones que me son difíciles de entender, las armas nucleares han sido apropiadas como símbolos del poder masculino. En los últimos meses, ambos, el dictador norcoreano Kim Jong-un y el presidente estadounidense Donald Trump, se jactaron públicamente del “tamaño” de sus botones y de la solidez de sus arsenales. Para no quedarse atrás, Vladimir Putin de Rusia usó su discurso anual al Parlamento de su país para afirmar que Rusia tiene realmente las armas nucleares más potentes de todas. Apoyó su fanfarronada con animaciones extravagantes, simplemente imaginando cuán “invencibles” podrían ser sus misiles.
To continue reading, register now.
As a registered user, you can enjoy more PS content every month – for free.
Register
orSubscribe now for unlimited access to everything PS has to offer.
Already have an account? Log in