neier64_ALEXANDER NEMENOVAFP via Getty Images_putinbrezhnev Alexander Nemenov/AFP via Getty Images

Putin, tras los pasos de Brezhnev

NUEVA YORK – A fines del mes pasado, un tribunal ruso ordenó el cierre de la organización de derechos humanos más antigua del país. El Grupo Helsinki de Moscú (fundado en 1976) es la última víctima de una campaña gubernamental de represión de la sociedad civil, que trae inquietantes recuerdos de acciones similares del ex líder soviético Leonid Brezhnev.

Brezhnev (en el poder entre 1964 y 1982) firmó en 1975 los Acuerdos de Helsinki junto con los Estados Unidos, Canadá y la mayor parte de Europa. En aquel tiempo la URSS, junto con sus estados satélite en Europa central y del este, estaba ansiosa de obtener reconocimiento formal de sus fronteras, y subestimó el impacto potencial de los Acuerdos. Tal vez por eso aceptó que el documento final incluyera un compromiso con el respeto de los derechos humanos, incluida la libertad de información y desplazamiento.

Cuando en 1948 la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Unión Soviética se abstuvo; de modo que su participación en los Acuerdos de Helsinki fue el primer compromiso de esa naturaleza que formuló. Al enterarse de la noticia, un puñado de activistas moscovitas por los derechos humanos formó el Grupo Helsinki de Moscú, para verificar que la URSS cumpliera el acuerdo que acababa de firmar. En aquel momento la organización sólo tenía once miembros, pero el gobierno de Brezhnev percibió la amenaza y trató de disolverla.

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