aleksashenko1_Yegor Aleyev\TASS via Getty Images Yegor Aleyev\TASS via Getty Images

El futuro del sueño de Putin

WASHINGTON, DC – El resultado de la elección presidencial del 18 de marzo en Rusia es sabido de antemano: el presidente en ejercicio, Vladimir Putin, ganará con cinco o seis veces más votos que el candidato que llegue segundo. Hoy las elecciones en Rusia son tan poco justas, libres o competitivas como en la era soviética. La única diferencia es que en aquel tiempo la papeleta sólo traía un candidato, mientras que ahora hay varios, para que parezca más creíble.

Otra certeza sobre la próxima elección es que Putin volverá a mostrar una versión nueva de sí mismo, como ya hizo cuatro veces. Sus reencarnaciones anteriores fueron: a fines de octubre de 2003 tras el arresto del ahora exiliado oligarca Mikhail Khodorkovsky; luego, en la elección de 2004, para la que se presentó otro modelo renovado de Putin; después de la elección de 2008, cuando tuvo que encontrar el modo de manejar al nuevo presidente electo de Rusia, Dmitry Medvedev; y finalmente en 2012, cuando un belicoso Putin (el que más tarde invadiría Ucrania) reunió a sus simpatizantes en la plaza Poklonnaya Gora de Moscú, superó protestas masivas y volvió a la presidencia.

Pero pese a su talento para la transformación, no es de esperar que tras la inminente victoria Putin vaya a introducir algún cambio de políticas sustancial. Ni pensar en reformas amplias y audaces como las que propuso el ex ministro de finanzas liberal Alexei Kudrin. Putin es un perro viejo, que ya no aprenderá trucos nuevos.

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