Vladimir Putin speaking with Alexei Kudrin ALEXEY NIKOLSKY/AFP/Getty Images

Un nuevo informante para Putin

MOSCÚ – Desde la caída de la Unión Soviética, el poder político dentro del Kremlin siguió la lógica del juego de la silla. Aparecen factotums y desaparecen, para volver a aparecer más tarde, todo según los caprichos de aquel que mande. Y durante la mayor parte de este siglo, aquel que manda ha sido Vladimir Putin.

El último ejemplo es la decisión de Putin de designar al ex ministro de finanzas Alexei Kudrin como presidente de la Cámara de Cuentas de la Federación Rusa. La elección de Kudrin para este puesto recuerda el caso del expresidente Boris Yeltsin, que necesitaba encontrar un sucesor que preservara su legado y protegiera a su familia y su fortuna.

Yeltsin, que durante su mandato había amasado unos 15 millones de dólares, terminó depositando su confianza en Putin (un exintegrante de la KGB) para que protegiera a sus hijos y su dinero, y lo salvara de la prisión. Es verdad que hoy el botín de Yeltsin casi parece anecdótico en comparación con la presunta fortuna personal de Putin, que ascendería a 70 000 millones de dólares que de algún modo logró acumular con un salario anual en el Kremlin de sólo 8,9 millones de rublos (137 000 dólares).

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