WASHINGTON, DC – Según Dani Rodrik, economista de Harvard, es imposible tener de manera simultánea y plena soberanía nacional, democracia y globalización. El concepto de “trilema político de la economía mundial”, que Javier Solana también exploró recientemente, es útil, pero incompleto.
El argumento de Rodrik, elaborado en su nuevo libro, indica que demasiada globalización erosiona la soberanía de los Estados-nación, sometiéndolos cada vez más a fuerzas económicas y financieras que puede que no correspondan a los deseos de la mayoría nacional. Según esta lógica, un Estado autoritario puede funcionar mejor en un mundo globalizado, porque, por ejemplo, no está limitado por preocupaciones electorales.
Con menos globalización, la toma de decisiones democráticas dentro del Estado nación estaría menos restringida por fuerzas externas – en especial por las fuerzas de los mercados financieros – lo que significa que su alcance sería más amplio. La globalización y la democracia, sin el Estado nación, también es posible, a pesar de que Rodrik es escéptico acerca de si las instituciones democráticas podrían funcionar a escala global.
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Con menos globalización, la toma de decisiones democráticas dentro del Estado nación estaría menos restringida por fuerzas externas – en especial por las fuerzas de los mercados financieros – lo que significa que su alcance sería más amplio. La globalización y la democracia, sin el Estado nación, también es posible, a pesar de que Rodrik es escéptico acerca de si las instituciones democráticas podrían funcionar a escala global.
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