Patients wait for testing and medical treatment for tuberculosis Paula Bronstein/Getty Images

La epidemia que debemos dejar de ignorar

PARÍS – Un alumno de primaria recibe un diagnóstico de tuberculosis en un frondoso vecindario en las afueras de Washington, DC. Un helicóptero transporta a un niño con meningitis tuberculosa en el este de Canadá. Un estudiante de preescolar en Smarves, Francia, muestra síntomas de tuberculosis un año después de la muerte de un compañero de escuela por la misma enfermedad.

Son apenas tres víctimas de una epidemia de TBC que afectará a un millón de niños este año. Entre los afortunados que reciban el tratamiento antibiótico estándar y no sufran de factores agravantes como el VIH, un 99% sobrevivirá. Y, no obstante, un 90% de los menores que mueren de TBC no reciben tratamiento, y un cuarto de millón de niños morirá de esta enfermedad solo este año. No hay matices para esta historia: las autoridades sanitarias de todo el mundo están dejando a los niños con TBC a su propia suerte.

Si esto suena indignante, piénsese en las primeras líneas del informe de investigación del Imperial College de Londres, el Consejo de Investigaciones Médicas y la UNICEF. “Hasta hace poco, la tuberculosis pediátrica ha sido relativamente ignorada por las comunidades más amplias de TBC y salud materno-infantil”, escriben los autores. “Las aproximaciones sustentadas en los derechos humanos de los niños afectados por TBC podrían ser muy potentes; sin embargo, no está generalizada la conciencia y la aplicación de estas estrategias”. En otras palabras, las mismas comunidades que se supone tendrían que abordar el problema de los niños con TBC les han fallado, y pocos están siquiera conscientes del problema.

https://prosyn.org/qkkDV0kes