apple taxes protest CHRISTOPHE ARCHAMBAULT/AFP/Getty Images

Es un momento decisivo para el futuro de la tributación empresarial

NUEVA YORK — A primera vista, parece ser una reunión burocrática como cualquier otra. Pero las discusiones en la OCDE en París a finales de este mes son de suma importancia, porque los países más ricos del mundo presentarán nuevas propuestas para gravar a empresas multinacionales digitales como Google, Amazon, Facebook, Apple, Netflix y Uber.

Ya en 2012, cuando los escándalos relacionados con los planes de evasión de impuestos de Apple, Amazon y Google desataron la ira pública y obligaron al G20 a actuar, se pidió a la OCDE que reformara el sistema internacional de impuestos de renta a las empresas. Esto condujo, tres años más tarde, a un paquete de reformas conocido como el Proyecto “Erosión de la Base y Traslado de Beneficios”, o BEPS, según su sigla en inglés (Base Erosion and Profit Shifting). El proceso de reforma fue dirigido por los países de la OCDE y se abrió a los países en desarrollo solo después de que se diera a conocer este paquete inicial. Hoy en día, 125 países están involucrados en un grupo llamado el “Marco Inclusivo” (“Inclusive Framework” en inglés).

Sin duda, el proyecto BEPS fue un paso importante para abordar algunas de las estrategias de evasión de impuestos más flagrantes utilizadas por las multinacionales. Inició, por ejemplo, el intercambio entre las autoridades tributarias a través de los informes país por país sobre los beneficios y el pago de impuestos de estas empresas. Lamentablemente, esta norma solo se aplicará a las grandes multinacionales, y los informes no estarán disponibles al público, lo que privará a la sociedad civil de una herramienta esencial de transparencia.

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