A shop assistant fills the shelves with dairy products SIMON MAINA/AFP/Getty Images

Poner la nutrición de regreso en el menú

BRASILIA – La nutrición humana ha ido adquiriendo cada vez más importancia para la ciencia. Por supuesto, siglos de investigación científica se han destinado a asegurar que las poblaciones en crecimiento dispongan de suficientes alimentos. Sin embargo, con el aumento de la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta, y el hambre y la desnutrición afectando a más personas que nunca, los científicos están poniendo el foco no solo en cómo alimentar al planeta, sino en con qué alimentos hacerlo.

Como biólogo, estudio los alimentos y las dietas desde una perspectiva evolucionista. En pocas palabras, los alimentos evolucionan en connivencia con los organismos que los consumen. Pensemos en la humilde manzana. Por si sola, su fructosa no es particularmente saludable y si se come en grandes cantidades aumenta el riesgo de sufrir diabetes, enfermedades cardiacas y otras enfermedades no transmisibles. Pero cuando los azúcares de la manzana se digieren junto con sus fibras, la absorción de la fructosa en el cuerpo se ralentiza y la fruta es metabólicamente más saludable. A través de este mecanismo, la manzana (como la mayoría de las frutas y verduras) se convierte en un alimento más perfecto.

La misma lógica se aplica a nuestras dietas. A lo largo de la historia, los alimentos se han creado y alterado con la combinación de sabores, colores y valores nutricionales, mientras que las dietas han madurado de manera diferente en familias, culturas y comunidades. En su mayoría, nuestros ancestros escogieron los alimentos por sus resultados para la salud. Por lo general, las dietas no saludables eran efímeras debido a sus pobres resultados.

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