NICOSIA DEL NORTE – El 24 de mayo de 2021, tres solicitantes de asilo cameruneses salieron del norte de Chipre en un intento por llegar al sur. Se les negó protección, lo que desencadenó una condena internacional generalizada, y dichos solicitantes quedaron varados en tierra de nadie durante casi siete meses después de que las autoridades chipriotas se negaran a reconocer su solicitud de asilo.
Su difícil situación se debió en parte a la división de facto de la isla desde el año 1974. El cruce de la Línea Verde controlada por las Naciones Unidas que separa la República de Chipre (RdC) reconocida internacionalmente y al norte de Chipre controlado por Turquía (reconocido únicamente por Turquía) se considera ilegal si no está autorizado, incluso en el caso de aquellas personas que la cruzan buscando asilo.
Las autoridades de la RdC argumentaron que la concesión de asilo a los tres cameruneses alentaría a otros a cruzar la Línea Verde, y acusaron a Turquía de fomentar la afluencia de refugiados provenientes de Siria y del África subsahariana. Pero la realidad es más compleja.
NICOSIA DEL NORTE – El 24 de mayo de 2021, tres solicitantes de asilo cameruneses salieron del norte de Chipre en un intento por llegar al sur. Se les negó protección, lo que desencadenó una condena internacional generalizada, y dichos solicitantes quedaron varados en tierra de nadie durante casi siete meses después de que las autoridades chipriotas se negaran a reconocer su solicitud de asilo.
Su difícil situación se debió en parte a la división de facto de la isla desde el año 1974. El cruce de la Línea Verde controlada por las Naciones Unidas que separa la República de Chipre (RdC) reconocida internacionalmente y al norte de Chipre controlado por Turquía (reconocido únicamente por Turquía) se considera ilegal si no está autorizado, incluso en el caso de aquellas personas que la cruzan buscando asilo.
Las autoridades de la RdC argumentaron que la concesión de asilo a los tres cameruneses alentaría a otros a cruzar la Línea Verde, y acusaron a Turquía de fomentar la afluencia de refugiados provenientes de Siria y del África subsahariana. Pero la realidad es más compleja.