NUEVA YORK – Una nueva crisis geopolítica se agita en el contexto de la guerra en Ucrania, las tensiones por Taiwán y la agudización de la rivalidad sinoestadounidense. Corea del Norte, después de una pausa de tres años en sus provocaciones nucleares, se prepara para lo que según advierten las agencias de inteligencia puede ser una séptima prueba nuclear (tal vez antes de la elección intermedia del 8 de noviembre en los Estados Unidos).
Hace cinco años, el mundo enfrentó una perspectiva de «fuego y furia», cuando el dictador norcoreano Kim Jong‑un y el entonces presidente de los Estados Unidos Donald Trump intercambiaron amenazas de guerra nuclear. Siguió a continuación una paz de mentira, en la que Kim se reunió con varios líderes mundiales para conseguir un alivio de sanciones a cambio de vagas promesas de revertir algunas partes de su programa nuclear.
Richard Haass
explains what caused the Ukraine war, urges the West to scrutinize its economic dependence on China, proposes ways to reverse the dangerous deterioration of democracy in America, and more.
If the US Federal Reserve raises its policy interest rate by as much as is necessary to rein in inflation, it will most likely further depress the market value of the long-duration securities parked on many banks' balance sheets. So be it.
thinks central banks can achieve both, despite the occurrence of a liquidity crisis amid high inflation.
Although Silicon Valley Bank was not deemed to be systemically important, its insolvency forced the US Federal Reserve to head off systemic contagion and exposed the inadequacy of the FDIC’s partial deposit insurance regime. The financial-stability framework adopted after the 2008 crisis obviously needs another overhaul.
considers what the bank’s failure should mean for the current financial-stability framework.
NUEVA YORK – Una nueva crisis geopolítica se agita en el contexto de la guerra en Ucrania, las tensiones por Taiwán y la agudización de la rivalidad sinoestadounidense. Corea del Norte, después de una pausa de tres años en sus provocaciones nucleares, se prepara para lo que según advierten las agencias de inteligencia puede ser una séptima prueba nuclear (tal vez antes de la elección intermedia del 8 de noviembre en los Estados Unidos).
Hace cinco años, el mundo enfrentó una perspectiva de «fuego y furia», cuando el dictador norcoreano Kim Jong‑un y el entonces presidente de los Estados Unidos Donald Trump intercambiaron amenazas de guerra nuclear. Siguió a continuación una paz de mentira, en la que Kim se reunió con varios líderes mundiales para conseguir un alivio de sanciones a cambio de vagas promesas de revertir algunas partes de su programa nuclear.
Después de la fallida cumbre de Hanói con Trump en 2019, Kim volvió a Pyongyang y al poco tiempo ordenó una cuarentena nacional en un vano intento de escapar de la pandemia de COVID‑19. Pero el programa nuclear y misilístico de Corea del Norte siguió avanzando a plena velocidad.
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