ogweno2_Fred MutuneXinhua via Getty Images_ncds Fred Mutune/Xinhua via Getty Images

Financiamiento para la lucha contra las enfermedades no transmisibles

NAIROBI – Las enfermedades no transmisibles (ENT), tales como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades pulmonares, la diabetes, la obesidad y los trastornos mentales, suelen ser enfermedades crónicas que se desarrollan a lo largo de un  período prolongado. En conjunto, las ENT dan cuenta de alrededor del 70% de todas las muertes a nivel mundial (y del 60% de las muertes en el África subsahariana, donde representan más del 55% de los ingresos hospitalarios en países tales como Kenia). Es así que los países en desarrollo se enfrentan a una doble carga de enfermedades, ya que las enfermedades transmisibles como la malaria, el VIH y la tuberculosis continúan siendo un gran desafío para estos países, y además ellos enfrentan una creciente incidencia de las ENT.

Uno podría esperar que la gran y creciente carga de las ENT conduciría a que se canalicen más fondos y recursos para abordarlas. Sin embargo, la lucha está crónicamente sub-financiada y sigue siendo una prioridad menor en comparación con los esfuerzos para hacer frente a las enfermedades infecciosas.

No existe un fondo mundial para ninguna ENT: en el año 2019, más del 40% de la ayuda para el desarrollo dirigida a las ENT provino de instituciones privadas. Sin embargo, los esfuerzos para combatir las enfermedades transmisibles, cuya carga ha disminuido significativamente a lo largo de los años, cuentan con varias instituciones internacionales de financiación específicas para las mismas, como por ejemplo el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial), Gavi, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, y la Fundación Bill y Melinda Gates. Y, a pesar de que las ENT son la principal causa de muerte en todo el mundo, representan menos del 10% del presupuesto de salud mundial.

https://prosyn.org/HxOGZv6es