Estoy contemplando Central Park, ahí abajo, y me viene el recuerdo de un hombre alto y con el pelo blanco recitando su poema “Los colores rojo y negro” hace medio siglo en una pequeña ciudad del norte de Rumania. Mientras contemplo el parque, recuerdo aquellos versos de la época estalinista:
Estoy contemplando Central Park, ahí abajo, y me viene el recuerdo de un hombre alto y con el pelo blanco recitando su poema “Los colores rojo y negro” hace medio siglo en una pequeña ciudad del norte de Rumania. Mientras contemplo el parque, recuerdo aquellos versos de la época estalinista:
En Nueva York, todo es bello.
Llegan héroes y se van.