X-ray scan Getty Images

Crisis de la tuberculosis: soluciones desaprovechadas

BOSTON/GINEBRA – En una era de innovación tecnológica acelerada, es una vergüenza que casi dos millones de personas vayan a morir de tuberculosis este año porque son demasiado pobres para costearse el tratamiento. Lo cierto es que la tuberculosis sigue cobrándose vidas por una sencilla razón: la indiferencia.

Indiferencia que deriva de la mortal ilusión de que la tuberculosis es una enfermedad del pasado; una ilusión que se mantiene, aunque en 2016 la contrajeron 10,4 millones de personas. En general, los pacientes de tuberculosis no tienen cómo llamar la atención del mundo. Si bien la enfermedad puede afectar a cualquiera, es mucho más frecuente en poblaciones marginadas y vulnerables, por ejemplo campos de refugiados, asentamientos pobres y prisiones.

Otra ilusión es creer que siempre hay tratamientos para la tuberculosis (que muta todo el tiempo). Pero existe una amenaza grave, la tuberculosis multirresistente a fármacos (TB‑MR), que algunos llaman “ébola con alas”: las tasas de mortalidad de ambos patógenos son similares, pero la TB‑MR se transmite por vía aérea y se difunde más fácilmente. El tratamiento actual para la TB‑MR incluye un régimen de hasta dos años de administración de fármacos tóxicos (que en algunos casos exigen dolorosas inyecciones diarias).

https://prosyn.org/exCCE40es