Arab pumping oil Getty Images

Una prueba del precio del petróleo para los gobiernos de Oriente Medio y el Norte de África

WASHINGTON, DC – Desde enero de 2016, cuando acabó la fuerte curva en caída de los precios del petróleo que duró dos años, estos se han más que duplicado. Como regla general, los precios más altos perjudican a los países importadores de crudo y benefician a los productores de petróleo. Sin embargo, en Oriente Medio y el Norte de África (MENA, por sus siglas en inglés), este rebote presenta una prueba crítica para importadores y productores, cuyo resultado determinará la trayectoria económica futura de la región.

Por largo tiempo, tanto los países importadores como productores de energía de la región MENA han dependido de subsidios energéticos para ofrecer protección social y, en el caso de los productores, distribuir los beneficios que les reporta su riqueza de recursos. Según el Fondo Monetario Internacional, los subsidios energéticos previos a impuestos totales de la región ascendieron a cerca de $240 mil millones en 2011, el equivalente a un 22% de los ingresos estatales y casi la mitad de todos los subsidios energéticos globales.

Sin embargo, en los últimos años y especialmente desde que los precios del petróleo comenzaron a bajar, los países MENA se han esforzado por hacer que los consumidores y empresas dependan menos de la energía subsidiada, mientras modernizan y diversifican sus economías. Pero con la subida de los precios del petróleo, existe el riesgo de que estos países vuelvan a gastar sin control, elevando las probabilidades de aumento de sus niveles de endeudamiento.

https://prosyn.org/p18liU9es