Sunset Kate Vredevoogd/Getty Images

Una vida que importó

PRINCETON – El 1 de enero, murió Derek Parfit, uno de los más grandes filósofos de mi generación. Apenas un año antes, una encuesta de un importante sitio web de filosofía lo había consagrado como el más importante filósofo angloparlante vivo.

De todos los filósofos que he conocido desde que comencé a estudiar el tema hace más de 50 años, Parfit fue lo más parecido a un genio. Iniciar un debate filosófico con él era como jugar al ajedrez con un gran maestro: ya tenía pensados todos los contraargumentos a sus argumentos, había considerado varias respuestas posibles y conocía las objeciones a cada una de las respuestas y las mejores contraobjeciones.

Parfit no era un nombre familiar. Pocas personas fuera del mundo de la filosofía académica leyeron algo de lo que escribió. Tampoco aparecía en televisión, aunque ya con una edad avanzada, dio charlas sobre el altruismo efectivo, y dos de esas disertaciones pueden verse en Internet.

https://prosyn.org/vTt2wTTes