castaneda84_NELSON ALMEIDAAFP via Getty Images_democracysouthamerica Nelson Almeida/AFP via Getty Images

Revertir la decadencia democrática de América Latina

NUEVA YORK – Los últimos años no han sido buenos para la democracia en América Latina. A pesar de albergar apenas al 8,4% de la población mundial, la región representó el 26% de las muertes totales por COVID-19 (hasta diciembre pasado) y, en 2020, experimentó una caída del PIB que fue dos veces más profunda que el promedio global, con decenas de millones de personas que terminaron sumidas en la pobreza. Mientras estaba en marcha la recuperación, Rusia lanzó su guerra contra Ucrania -lo que le asestó otro golpe a la economía y a la estabilidad económica latinoamericana.

A partir de mediados de los años 1980, luego de un período prolongado dominado por dictaduras militares, América Latina experimentó un renacer democrático. Pero su desempeño en el Índice de Democracia, producido anualmente por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU por su sigla en inglés), ha venido cayendo por siete años. Paralelamente, las percepciones populares también se han derrumbado: Latinobarómetro informa que, de 2010 a 2019, el respaldo a la democracia en América Latina cayó del 63% al 49%.

Si bien esta cifra superó el 60% en Chile, Costa Rica y Uruguay, estos son los únicos tres países latinoamericanos que la EIU no cataloga como “regímenes híbridos”, “regímenes autoritarios” o “democracias fallidas”. Pero, inclusive en estos casos, hay tendencias perturbadoras. Por ejemplo, si bien Chile recuperó el estatus de “democracia plena” en el índice de la EIU en 2022, Latinobarómetro revela que solo el 2% de los chilenos está de acuerdo. Un sorprendente 53% considera que su país es una “democracia con problemas importantes”.

https://prosyn.org/rwCmxBOes