PARÍS – Para la mayoría de los gobiernos, saber qué tasa de crecimiento económico puede esperarse en años futuros es una pregunta clave. Y al menos para las economías avanzadas, se ha vuelto particularmente difícil de responder.
Si el pasado es buen predictor del futuro, el panorama es sombrío. A partir de 2008, el crecimiento económico estuvo siempre por debajo de las previsiones. De los países más afectados por la crisis financiera, sólo unos pocos (Estados Unidos, Alemania y Suecia) pudieron retomar una senda de crecimiento sostenido, e incluso en esos casos, el PIB de 2013 fue mucho menor a lo que se proyectaba antes de la crisis.
La opinión de consenso entre economistas y políticos es que la crisis financiera y la crisis del euro dañaron la demanda y la oferta, pero que ya comenzó un proceso gradual de recuperación.
PARÍS – Para la mayoría de los gobiernos, saber qué tasa de crecimiento económico puede esperarse en años futuros es una pregunta clave. Y al menos para las economías avanzadas, se ha vuelto particularmente difícil de responder.
Si el pasado es buen predictor del futuro, el panorama es sombrío. A partir de 2008, el crecimiento económico estuvo siempre por debajo de las previsiones. De los países más afectados por la crisis financiera, sólo unos pocos (Estados Unidos, Alemania y Suecia) pudieron retomar una senda de crecimiento sostenido, e incluso en esos casos, el PIB de 2013 fue mucho menor a lo que se proyectaba antes de la crisis.
La opinión de consenso entre economistas y políticos es que la crisis financiera y la crisis del euro dañaron la demanda y la oferta, pero que ya comenzó un proceso gradual de recuperación.