Jeremy Corbyn on bus Ian Forsyth/Getty Images

Infartos ideológicos

SANTIAGO – El proyecto de ley de salud impulsado por Donald Trump –llamado "Ryancare", por el Presidente de la Cámara, Paul Ryan– hubiera dejado sin cobertura a 24 millones de estadounidenses, de acuerdo a las cifras de la Oficina de Presupuestos del Congreso de Estados Unidos. Pero esta no fue la razón por la cual lo rechazaron los republicanos más conservadores. A pesar de que hubiera significado un triunfo político para Trump y para su propio partido, los conservadores se negaron a apoyar el proyecto porque era insuficiente para desmantelar la Ley de Salud Asequible de Obama ("Obamacare"), que tanto odian.  

Ryancare hubiera mantenido la disposición de Obamacare que impide a las aseguradoras excluir a personas con condiciones médicas preexistentes. Asimismo, hubiera dispuesto créditos fiscales para ayudar a personas de bajos recursos a adquirir seguro médico. Pero estos dos elementos, pese a ser populares, huelen a socialismo, sostienen los conservadores del "Freedom Caucus" de la Cámara de Representantes. Su oposición representa el triunfo de la ideología por sobre los intereses políticos.

El retorno de la ideología no constituye un fenómeno tan solo de derecha, ni se limita a los Estados Unidos. Consideremos a Jeremy Corbyn, quien ha movido al Partido Laborista del Reino Unido hacia la izquierda, alejándolo del enfoque pragmático del nuevo laborismo de Tony Blair. Su mal desempeño en las encuestas sugiere que Corbyn, al igual que los republicanos conservadores, prefiere sentirse ideológicamente puro a ser efectivo en el ámbito político.

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