dragomir3_ATTILA KISBENEDEKAFP via Getty Images_klubradio hungary Attila Kisbenedek/AFP via Getty Images

La epidemia de captura de medios

BUDAPEST – La negativa del Consejo de Medios húngaro en septiembre pasado a renovar la licencia de radiodifusión de Klubradio, la última estación de radio opositora en el país, no sorprendió a nadie. El Consejo no se molestó en demostrar sus afirmaciones sobre las reiteradas infracciones de Klubradio a las leyes de medios... y nadie esperaba que lo hiciera. Este es simplemente el último episodio de la prolongada campaña del gobierno húngaro contra los medios independientes.

La arremetida comenzó inmediatamente después de la elección general de 2010, cuando el primer ministro Viktor Orbán y su partido de derecha, Fidesz, regresaron al poder. El gobierno adoptó inmediatamente un cúmulo de leyes para imponer nuevas restricciones a los medios y decidió que el Consejo de Medios, cuyo personal le es fiel, debía asegurar su cumplimiento. En aproximadamente un año desplazaron a todos los periodistas independientes que trabajaban en los medios públicos y la emisora pública se convirtió en portavoz del gobierno.

Desde entonces, el Fidesz intensificó continuamente su control de los medios húngaros. A través de un puñado de oligarcas que lo apoyan, el partido logró controlar las principales estaciones de televisión y radio, portales de noticias y medios impresos. A fines de 2018, los oligarcas alineados con Orbán establecieron la Fundación de Prensa y Medios de Europa Central, un grupo empresarial compuesto actualmente por unas 500 organizaciones de medios.

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