berglof32_Camille DelbosArt In All of UsCorbis via Getty Images_shippingcontainers Camille Delbos/Art In All of Us/Corbis via Getty Images

La descarbonización de las cadenas globales de valor

BEIJING – Atascos portuarios, largas demoras marítimas y costos de transporte siderales son prueba de los estragos que la COVID‑19 sigue haciendo en las cadenas globales de valor (CGV). Las empresas están reconsiderando la ubicación (o reubicación) de la producción, cuánta redundancia necesitan (o no) sus operaciones y los inventarios que deben mantener como protección contra perturbaciones futuras. Los efectos repercuten en toda la economía global, suman incertidumbres y frenan la recuperación. Además, mientras las autoridades se reúnen en Glasgow para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), hay cada vez más presión en el sentido de descarbonizar la producción y el transporte en toda la extensión de las CGV.

La velocidad del proceso es muy importante. Las CGV suponen la mitad del total mundial de exportaciones, y la participación de las economías emergentes y en desarrollo en estas redes de producción aumentó considerablemente desde la crisis financiera global de 2008. Por ejemplo, una economía de ingresos bajos o medios ya no necesita producir un automóvil entero para formar parte de la cadena automotriz internacional; le basta especializarse en un pequeño componente.

[Chart]

https://prosyn.org/ls16d6Ges