

From semiconductors to electric vehicles, governments are identifying the strategic industries of the future and intervening to support them – abandoning decades of neoliberal orthodoxy in the process. Are industrial policies the key to tackling twenty-first-century economic challenges or a recipe for market distortions and lower efficiency?
PARÍS – Después de meses de discusiones, la hora de la verdad entre Grecia y sus acreedores europeos se estancó en una deliberación sobre pensiones e impuestos. Grecia se niega a ceder a las demandas de sus acreedores de un recorte de los pagos a los pensionados y un aumento del impuesto al valor agregado sobre sus medicamentos y electricidad.
Las demandas de Europa -ostensiblemente destinadas a asegurar que Grecia pueda pagar su deuda externa- son petulantes, ingenuas y fundamentalmente autodestructivas. Al rechazarlas, los griegos no están jugando; están intentando sobrevivir.
No importa lo que se pueda decir sobre las políticas económicas pasadas de Grecia, su economía poco competitiva, su decisión de unirse a la eurozona o los errores que cometieron los bancos europeos cuando le otorgaron a su gobierno un crédito excesivo, la situación económica del país es sombría. El desempleo se mantiene en el 25%. La desocupación entre los jóvenes está en un 50%.
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