BERLÍN – Con la invasión militar y anexión de Crimea por parte de Rusia, y la subsiguiente guerra en el este de Ucrania, el presidente Vladimir Putin dejó perfectamente en claro que no tiene ninguna intención de respetar la inviolabilidad de las fronteras y la primacía de las normas legales internacionales. Es hora de que los europeos pongan fin a su ilusión de un orden continental determinado por el régimen de la ley. El mundo, desafortunadamente, no es así. Es mucho más difícil, y rige el poder.
La intervención militar de Rusia en Siria y la crisis de refugiados de Europa subrayan este punto. Europa debe admitir que si no se ocupa de sus intereses geopolíticos, tarde o temprano las crisis en las regiones vecinas llegarán hasta su puerta.
A diferencia de Estados Unidos, Europa no es una isla continental aislada por océanos. Es el extremo occidental de la gigantesca masa de tierra de Eurasia. Europa del este, Medio Oriente y el norte de África son sus vecinos directos, y este vecindario inestable plantea los mayores riesgos para la seguridad de Europa en el siglo XXI.
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Since the 1990s, Western companies have invested a fortune in the Chinese economy, and tens of thousands of Chinese students have studied in US and European universities or worked in Western companies. None of this made China more democratic, and now it is heading toward an economic showdown with the US.
argue that the strategy of economic engagement has failed to mitigate the Chinese regime’s behavior.
While Chicago School orthodoxy says that humans can’t beat markets, behavioral economists insist that it’s humans who make markets, which means that humans can strive to improve their functioning. Which claim you believe has important implications for both economic theory and financial regulation.
uses Nobel laureate Robert J. Shiller’s work to buttress the case for a behavioral approach to economics.
BERLÍN – Con la invasión militar y anexión de Crimea por parte de Rusia, y la subsiguiente guerra en el este de Ucrania, el presidente Vladimir Putin dejó perfectamente en claro que no tiene ninguna intención de respetar la inviolabilidad de las fronteras y la primacía de las normas legales internacionales. Es hora de que los europeos pongan fin a su ilusión de un orden continental determinado por el régimen de la ley. El mundo, desafortunadamente, no es así. Es mucho más difícil, y rige el poder.
La intervención militar de Rusia en Siria y la crisis de refugiados de Europa subrayan este punto. Europa debe admitir que si no se ocupa de sus intereses geopolíticos, tarde o temprano las crisis en las regiones vecinas llegarán hasta su puerta.
A diferencia de Estados Unidos, Europa no es una isla continental aislada por océanos. Es el extremo occidental de la gigantesca masa de tierra de Eurasia. Europa del este, Medio Oriente y el norte de África son sus vecinos directos, y este vecindario inestable plantea los mayores riesgos para la seguridad de Europa en el siglo XXI.
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