El fútbol y la filosofía

¡¡¡Goool!!! Dicha celestial o dolor infernal, dependiendo del equipo que anotó: el nuestro o el de ellos. ¿Cómo puede la trayectoria de un balón provocar tanta dicha o dolor? He estado sentado frente al televisor durante semanas viendo el Mundial. Mi esposa me amenaza con el divorcio y otras medidas disciplinarias. ¿Cuál es la fuente de esta atracción, de esta magia?

El mundo del juego es nuestro Jardín del Edén permanente. En cualquier momento podemos salirnos de nuestro mundo real e ingresar en la libertad, la inocencia y la dicha del juego. ¿El fútbol y el Jardín del Edén? ¿Qué tienen qué ver el uno con el otro?

Cada uno es un esbozo de una esfera sagrada de libertad, orden, inocencia, espiritualidad y justicia ajena a nuestro mundo cotidiano de caos, cautiverio, injusticia y culpa. El tablero de ajedrez, la cancha de tenis o el campo de fútbol: dentro de sus fronteras nos sentimos libres porque aquí somos nosotros quienes hacemos las reglas y no estamos sujetos a las férreas leyes del mundo exterior. Tenemos también un sentimiento de inocencia, porque el mundo del juego es también un mundo de inocencia: un Jardín del Edén antes de la caída. Aquí podemos ser egoístas como un niño, podemos satisfacer, sin culpas, nuestra sed de éxito, poder y dominio.

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